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El machismo femenino: La Sharía española

25 May, 2010

Burka sí, Burka no…

¡Pues Burka no!

Parece cuando menos sospechoso que uno de los defensores de la «libertad» de llevar el velo como símbolo externo de unas creencias religiosas sea el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino: » La prohibición de signos religiosos está en contra de la Constitución»  dice en un artículo en La Razón.

Rosa Regás  en un artículo en Sur.es  dice que Burka no, pero Chador, ¿sí?… ¡qué monas, todas de monjas!

el chador es, en otro modelo, como el hábito de las monjas de mi infancia, muchas de las cuales siguen vistiendo como entonces, sobre todo en Latinoamérica; se trata de dejar únicamente la cara al descubierto, el resto, sea con un manto o con hábito y toca, viene a ser lo mismo.

Hace años (en 1994) asistí a una conferencia de una joven abogada Argelina, sacada de su país clandestinamente por estar amenazada de muerte.

Por primera vez me enteré de lo que suponía el Código de Familia para las mujeres de su país como se explica muy bien en un estudio de Toni Jimenez Luque y otros alumnos del Observatorio de la Fundació Solidaritat  de la Universidad de Barcelona:

Desde la independencia de Argelia en 1962 hasta 1984 en que se instauró el Código de Familia, la mujer no tenía necesidad de un tutor ni de consentimiento ni de autorización, ni de su presencia para contraer matrimonio ante el representante del estado civil.

Ante el vacío jurídico momentáneo existente, los jueces aplicaron el derecho jurisprudencial amparados en el artículo primero del código civil argelino de 1975: «en ausencia de una disposición legal, el juez se pronuncia según los principios del derecho musulmán y, en su defecto, según la costumbre».

Este Código está en contradicción con la nueva Constitución de 1989, que habla de igualdad entre hombres y mujeres y determina la mayoría de edad en 18 años, mientras que el Código de familia deja a la mujer como una menor bajo la tutela del padre o del marido (menos a efectos penales, para la pena de muerte no hay distinción de sexo).

El Código de Familia se fundamenta en el orden religioso, la Sharía.

La sharia son normas en donde el esposo puede violar a su esposa, donde la mujer no puede salir de su casa sin vigilancia y permiso del hombre o leyes según las cuales las mujeres no son libres de escoger a su pareja .

Estas normas estipulan que la mujer puede «deshonrar» a su familia por tratar de divorciarse, no ofrecer una dote «adecuada» antes del matrimonio o, simplemente, por hablar con un hombre.

 «Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Alá los ha hecho superiores a ellas» (Corán, 4:34).

¡Que horror! nos decimos…

Pero en España no hay mas que echar mano de algunos textos de la Sección Femenina, para conocer los valores y principios que inspiraban la educación en el Bachillerato de los años de posguerra y posteriores, muy posteriores…

Otra perla…

 

Hay muchas más recomendaciones sobre como debe comportarse la mujer con su marido, pero lo dejaremos ahí.

Esto no está en nuestras leyes… ¡Está en nuestros genes!

Son nuestras madres, nuestras abuelas, las que tienen grabadas a fuego estas enseñanzas y nos las transmiten sutilmente o no tan sutilmente.

Muchas de ellas… ¡creen verdaderamente en la superioridad masculina!

He oído comentar a muchas mujeres como sus madres tratan mejor a sus hermanos, «les quieren más» y «les cuidan más». Les privilegian mientras que con ellas solo tienen exigencias.

Esto no ha ocurrido hace siglos.Yo misma, cuando tenía 20 años en el año 1975 (año que murió Franco), tuve que hacer el Servicio Social con carácter de urgencia a tiempo completo para que me permitiesen trabajar.

En el Certificado que me dieron, se puede leer que he cumplido con el deber Nacional del Servicio Social, establecido por S.E. el Jefe del Estado según Decreto de 7 de octubre de 1937… (¡en vigor una ley establecida en plena guerra!)

Así que, si nosotras podemos ser discriminadas en nuestra propia casa, tan modernos y tan iguales,  la supuesta libertad de decidir llevar o no burka, cuando desafiar a tu familia te puede costar la vida,  está clara.

 

 

3 comentarios leave one →
  1. Juan permalink
    29 diciembre, 2010 21:03

    No sé qué significa ese enlace.
    Estoy de acuerdo en que la Sharía es una barbaridad, aunque no lo es menos convertir la lucha por la justicia en un tiroteo de acusaciones entre ambos sexos.
    Un sistema injusto como el franquista que obligaba a las mujeres a realizar un servicio social no dejó de serlo en la democracia secuestrando legalmente a sus jóvenes para realizar trabajos que muy poco o nada tenían que ver con la defensa nacional y mucho con los intereses económicos de una élite militar.
    Repito, estoy en contra de la Sharía y de la discriminación que se hace en los países que la utilizan contra la mujer, pero poco o nada podemos hacer más que gritar, ¿cómo vamos a resolver lo de fuera si somos incapaces de resolver lo de dentro?.
    Si las mujeres inculcan ese comportamiento a sus hijas deberíamos preguntarnos ¿por qué lo hacen?: por ignorancia?, por miedo?, por conformismo?, por todo?.
    ¿Por qué una mujer en determinados países corta el clítoris a otra?.
    ¿Por qué se apedrea a alguien?.
    ¿Por qué aquí se proclama a bombo y platillo una constitución que no se cumple?
    ¿Quién garantiza el derecho al trabajo digno, el derecho a una casa, a la seguridad personal, a no ser discriminado a la asistencia sanitaria?.
    Por más que gritemos siempre suena más alta la televisión y nadie oye nuestros gritos.

  2. Juan permalink
    28 diciembre, 2010 0:26

    Bueno, a mi en tiempos no tan lejanos: 1986 (en plena democracia) me tuvieron secuestrado un año, me cortaron el pelo, me vistieron de verde y me hicieron realizar jornadas laborales de 8 horas y cuando las terminaba, los servicios militares pertinentes (guardias, cuarteles, imaginarias, cocinas…) y si me negaba a hacerlo pues perdía el derecho al voto y se me condenaba a prisión.
    Me hice todo un hombre, claro, como me había aleccionado mi padre…
    No es cuestión de que la sociedad sea sexista Elisa, sino de que la sociedad es injusta y de esa injusticia nacen injusticias sexistas, laborales, raciales… etc.
    El poder sabe como gobernar y sigue el principio de: divide y vencerás. Si hombres y mujeres nos lanzamos pullas por lo mal que nos comportamos unos contra otros, nos olvidamos de solucionar los problemas que ocasionan esas situaciones de violencia e injusticia.
    La sharía no sólo es injusta con las mujeres, sino con los niños y con los hombres y con todos los que no dictan la sharia.
    Aquí en España hay un Opus Dei con un poder en la sombra inmenso y que sin embargo no es criticado: después de todo, sus miembros son nuestros jefes, o nuestros banqueros, médicos, periodistas, políticos… y que enseña una sharía igual que la musulmana.

    • Natieli Santos permalink*
      28 diciembre, 2010 11:07

      Estoy de acuerdo en que tanto hombres como mujeres queremos romper con los modelos impuestos y lo que la familia y la sociedad esperan de nosotros.
      En el caso de las mujeres, solo quería resaltar el peligro que entraña que seamos las propias mujeres las que transmitimos a nuestras hijas de forma subliminal esa idea de la «superioridad masculina»: nosotras somos educadas (en su mayoría) para ser cuidadoras y se inculca mas en los hijos varones esa idea de «nacido para el poder», sin que eso sea necesariamente bueno para los hombres tampoco.
      Cada vez hay mas hombres que desean tener relaciones «humanas» con las mujeres y que abogan y se manifiestan expresamente por «el buen trato»
      Un ejemplo muy cercano, aquí en Asturias: https://sites.google.com/site/hombresporelbienestar/portada-1/programa-detallado–anuncios/comunicacionnoviolentatallercongerardosanchezlozanoenpreparacion

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